Llegar a la mitad del año es un buen momento para hacer una pausa y analizar si tu negocio va en la dirección correcta. Más allá de las ventas o los ingresos, lo que realmente importa es tener claridad sobre la salud financiera de tu empresa: cómo se están comportando los flujos de dinero, si los indicadores están alineados con los objetivos, y si la contabilidad refleja correctamente la realidad.
1. Revisa tus flujos de caja
El flujo de caja es uno de los primeros indicadores que debe observar cualquier empresario. ¿Estás generando efectivo suficiente para operar con normalidad? Si el flujo neto es negativo durante varios meses seguidos, podría ser una señal de alerta, incluso si las ventas se mantienen estables.
2. Evalúa tus KPIs financieros
A mitad de año, tus indicadores clave deben estar medidos y comparados con los objetivos planteados en enero. Algunos KPIs que no puedes dejar fuera:
- Margen neto
- Días de cuentas por cobrar/pagar
- Nivel de endeudamiento
Un desvío no necesariamente es negativo, pero sí exige acción.
3. Controla la contabilidad y los costos
Verifica que los estados financieros estén actualizados, que los libros contables reflejen fielmente las operaciones y que los costos estén controlados. Este es también un buen momento para revisar la estructura de gastos y detectar oportunidades de eficiencia.
4. Haz un diagnóstico con apoyo experto
Una revisión técnica hecha por un auditor o consultor externo puede aportar una mirada objetiva sobre tus finanzas. Este diagnóstico no solo ayuda a prevenir riesgos, sino que también orienta la toma de decisiones para el segundo semestre.
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