Recibir una notificación de fiscalización del Servicio de Impuestos Internos (SII) puede generar preocupación en cualquier empresa. Ya sea una gran organización, una mediana empresa o una pyme, este proceso requiere atención inmediata, claridad en la documentación y, sobre todo, una correcta asesoría tributaria.
En esta guía te explicamos de forma práctica qué significa una fiscalización, por qué ocurre, qué pasos seguir y cómo puedes responder adecuadamente para proteger tu empresa.
¿Qué es una fiscalización del SII?
Una fiscalización tributaria es un procedimiento mediante el cual el SII revisa el cumplimiento de tus obligaciones tributarias. Su objetivo es detectar posibles errores, omisiones o inconsistencias en tus declaraciones o registros contables.
La fiscalización puede realizarse de manera:
- Parcial: centrada en un aspecto específico, como IVA, Renta, DJ, etc.
- Integral: abarca la totalidad de tus operaciones tributarias.
No siempre significa que haya una infracción, pero sí implica que tu empresa está bajo revisión y que debes responder en tiempo y forma.
¿Por qué me fiscalizan?
El SII puede iniciar una fiscalización por diversos motivos, como por ejemplo:
- Inconsistencias entre formularios (F22, F29, declaraciones juradas, etc.)
- Diferencias entre tus declaraciones y la información que tienen terceros (por ejemplo, proveedores o bancos).
- Presentación fuera de plazo o no presentación de declaraciones.
- Cambios bruscos en ingresos, pérdidas sucesivas o giros de grandes montos.
- Denuncias, errores detectados en auditorías anteriores u otros antecedentes.
¿Qué hacer si recibes una notificación de fiscalización?
Aquí los pasos inmediatos que debes seguir:
- Lee con atención el documento recibido.
Identifica el tipo de fiscalización, los períodos revisados y los antecedentes requeridos. - Toma nota de los plazos.
Las fiscalizaciones tienen fechas claras para responder. No respetarlas puede significar sanciones o presunciones en tu contra. - Contacta a tu contador o asesor tributario.
Una respuesta técnica y completa es clave para evitar problemas mayores. - Revisa tu contabilidad interna.
Asegúrate de que toda la información esté respaldada y disponible. - Prepara los documentos solicitados.
El SII puede pedir libros contables, declaraciones juradas, facturas, informes de ingresos y egresos, balances, entre otros.
Documentos comunes que puede solicitar el SII
Aunque varía según el caso, algunos documentos frecuentes en fiscalizaciones son:
- Declaraciones de Renta (Formulario 22)
- Formularios mensuales (F29, F50)
- Libros de compras y ventas
- Declaraciones juradas (DJ 1887, 1879, 1948, entre otras)
- Estados financieros
- Contratos, boletas, facturas y respaldos de operaciones
- Nóminas de trabajadores y pagos previsionales
Tener esta documentación organizada puede marcar la diferencia entre una fiscalización rápida o una con consecuencias graves.
¿Qué riesgos enfrenta una empresa si no responde correctamente?
Ignorar o responder mal una fiscalización puede derivar en:
- Multas e intereses acumulados
- Reajustes por diferencias detectadas
- Presunciones de renta o utilidades
- Auditorías más profundas o posteriores
- Bloqueo de devolución de impuestos
En algunos casos, incluso, puede haber derivación a instancias legales si se detectan infracciones graves.
¿Por qué contar con asesoría profesional?
La fiscalización no es solo un trámite. Es una instancia donde una buena defensa tributaria, fundamentada y técnicamente sólida, puede evitar que el proceso escale o termine en sanciones.
Contar con un asesor tributario especializado no solo permite responder adecuadamente, sino también identificar oportunidades de mejora, detectar riesgos y establecer controles internos que prevengan futuras fiscalizaciones.
Recibir una fiscalización del SII no significa el fin del mundo, pero sí requiere una reacción oportuna, profesional y estratégica. Las empresas que se preparan, mantienen sus registros al día y se asesoran con expertos tienen mejores resultados y menos riesgos.




